Cefalea Crónica: Síntomas para acudir al especialista

Cefalea Crónica

Cefalea Crónica: Síntomas para acudir al especialista

Las cefaleas son una de las causas más frecuentes de visita médica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la mayoría de las personas las sufren en algún momento de sus vidas.

Pueden afectar a cualquier persona independientemente de su edad, raza y género.

Tienen grados variables de intensidad y frecuencia.

En el caso de la cefalea crónica de tipo tensional se trata en su mayoría pacientes que previamente habían presentado de forma frecuente migraña o cefalea tensional.

Tipos de cefalea

La IHS (de sus siglas en inglés Sociedad Internacional de Cefaleas) clasifican las cefaleas como primarias, cuando no se deben a otra enfermedad, o secundarias, cuando aparecen debido a un causa subyacente.

Por tanto, la cefalea primaria es aquel dolor de cabeza que no se deben a una enfermedad de base.

En caso de que ésta existiese, hablaríamos de cefaleas secundarias, por ejemplo, producidas por un traumatismo, un proceso tumoral o un aumento de la presión intracraneal.

Las cefaleas primarias son fundamentalmente tres: la migraña, la cefalea tipo tensional y la cefalea en racimos.

Son benignas, lo que significa que no suponen un riesgo vital, aunque sí pueden reducir considerablemente la calidad de vida.

Las cefaleas primarias más frecuentes son la migraña y la cefalea tipo tensional.

Migrañas y cefalea tensional

En general, la migraña se asocia más a cambios en la dilatación de determinadas arterias cerebrales, y la cefalea tensional se asocia más a contracturas mantenidas de la musculatura que tapiza el cráneo, la musculatura cervical o la de la mandíbula.

En general, las crisis de dolor se pueden instaurar por situaciones estresantes, por cambios hormonales, por trastornos del sueño, por esfuerzos físicos, o por la exposición a luces intensas o a determinados solventes.

De Migraña a Migraña Crónica

La nueva clasificación de la IHS define a la migraña crónica como aquella que aparece durante 15 días o más días al mes, durante más de 3 meses, y que, al menos durante 8 días al mes, presenta características de cefalea migrañosa (tabla 1).

Tabla 1. Criterios ICHD-III (2018) para la migraña crónica

De Cefalea tensional a Cefalea Crónica de Tipo Tensional

Según la IHS, la cefalea crónica de tipo tensional es un trastorno que evoluciona desde una cefalea episódica frecuente de tipo tensional, con episodios de cefalea diarios o muy frecuentes, de localización típicamente bilateral, con dolor opresivo o tensivo de intensidad leve a moderada y con una duración de minutos a días, o sin remisión.

Este dolor no empeora con la actividad física habitual, pero podría cursar con náuseas leves, fotofobia o fonofobia (tabla 2).

Tabla 2. Criterios ICHD-III (2018) para la cefalea crónica de tipo tensional

Cuando las cefaleas se hacen crónicas se puede establecer una sensibilidad y vulnerabilidad extrema en el sistema nociceptivo, que es la parte del sistema nervioso que codifica la respuesta dolorosa.

Si esto ocurre, hablamos de sensibilización central; la cefalea se intensificará y puede cursar con otros dolores que se añaden al dolor de cabeza inicial.

También se pueden asociar  otras patologías, como dolor de cuello, dolor mandibular, dificultad para masticar, problemas de sueño, ansiedad, depresión, fatiga crónica o dolor extendido y fibromialgia.

El paciente que sufre de dolor de cabeza suele estar familiarizado con el mismo, sin embargo es muy aconsejable tener en cuenta varias circunstancias que aconsejarían a estos enfermos una consulta médica urgente más especializada.

Síntomas para acudir al especialista

Los llamados signos de alarma son síntomas que nos pueden ayudar a decidir en qué momento deberíamos acudir a un especialista.

Siguiendo la referencia de la Guía Práctica Diagnóstico-Terapéutica de la Cefalea del Adulto y el Niño en Urgencias, de la Sociedad española de Neurología, es importante saber que conviene acudir al neurólogo o a un servicio de urgencias en caso de presentar:

– Cefalea que empeora de manera brusca, especialmente si cambian las características del dolor.

– Dolor de cabeza incapacitante, percibido “como un trueno”, o como un “chasquido profundo dentro de la cabeza”.

– Cefalea que evoluciona a dolor continuo que va subiendo de intensidad progresivamente, a veces con sensación de “presión interna”.

– Dolor de cabeza que se agrava al toser, realizar algún esfuerzo, o con la actividad sexual.

– Cefalea severa que aparece por la noche, despertando al paciente.

– Jaqueca que aparece en la edad adulta (a partir de los 50 años) en personas que nunca antes habían padecido de dolor de cabeza.