LESIONES DEPORTIVAS

Las lesiones deportivas se pueden prevenir, minimizar y tratar con un plan de optimización deportiva basado en distintos elementos (nutrición, suplementación, cadenas musculares, sistemas antioxidantes, etc.)

Qué son las lesiones deportivas

 

Las lesiones deportivas derivadas de tensiones musculares producen acortamientos y tracciones que producen dolor, tensión mecánica y estrés en estructuras como los músculos, los tendones, los ligamentos y las articulaciones.


Siguiendo la revisión de Moreno et al, “Las investigaciones epidemiológicas parecen indicar que las lesiones deportivas se presentan, sobre todo, en poblaciones jóvenes, posiblemente no sólo por la mayor frecuencia de práctica en estas edades, sino también por el tipo de deportes practicados”.


“El sexo femenino es más vulnerable que el masculino, en particular a las lesiones capsulo-ligamentosas que, por otro lado, son las más frecuentes en ambos sexos, junto con las musculares”.[1]


Los deportistas, sean o no profesionales, trabajan a fondo su cuerpo, lo someten a situaciones especialmente estresantes, no solamente desde el punto de vista mecánico, si no también desde el punto de vista emocional.


No es necesario ser profesional para ser un deportista de élite.

 

¿Cuáles son las causas de las lesiones deportivas?

 

Las causas más habituales que pueden producir lesiones deportivas son:


  • Falta de entrenamiento o de forma física
  • Sobreentrenamiento
  • Programas de entrenamiento no adecuados
  • Ritmos incorrectos o práctica de calentamiento no adecuada
  • Fatiga muscular
  • Descanso no adecuado o falta de Reposo
  • Equipamiento Inadecuado
  • No atender a lo que nos dice el cuerpo
  • Condiciones climáticas (frío, humedad) y ambientales (por ejemplo: terreno de juego no adecuado)
  • Alimentación incorrecta
  • Etc.

La mayoría de estas causas (hay más) se pueden prevenir.

Los deportistas aficionados y profesionales deben conocer cómo paliarlas asegurando que estos riesgos se minimizan o perciben con antelación.

 

Tipo de lesiones deportivas


Las lesiones deportivas se pueden clasificar en dos grandes grupos: las lesiones agudas, que se pueden considerar accidentes, y las crónicas, que son de las que nos ocupamos en Clinalgia.


Las lesiones crónicas se suelen producir por el estrés bioquímico y mecánico, por microtraumatismos secundarios a uso repetitivo y/o abusivo de determinados grupos musculares.


Las lesiones de deporte más habituales suelen ser:

  1. Esguinces
  2. Roturas de menisco
  3. Lesiones musculares
  4. Tendinitis
    1. Tendinosis
    2. Rodilla del saltador
    3. Hombro del nadador
    4. Tendinopatías de muñeca
    5. Cintilla iliotibial
    6. Pata de ganso
    7. Tendón de aquiles
  5. Periostitis y fracturas por estrés
    1. Osteopatía de pubis
    2. Fractura por estrés
  6. Fascitis plantar
  7. Lumbalgia
  8. Neuropatía cubital o Parálisis del manillar
  9. Síndrome de la parálisis perineal del ciclista
  10. Rodilla del ciclista
  11. Síndrome del pie caliente
  12. Sobre-entrenamiento (Atletismo)
  13. Conmociones cerebrales (rugby, boxeo)

 

Prevención

 

Los primeros objetivos para la prevención de las lesiones musculoesqueleticas radican en técnicas de entrenamiento neuromuscular, con adaptación y modificación de hábitos y recomendaciones en el uso del equipamiento accesorio.


Una adecuada reeducación neuromuscular, trabajando de manera balanceada el equilibrio, la fuerza y la agilidad, puede reducir la incidencia de lesiones en hasta un 35%.


¿Qué otros factores pueden ayudar a prevenir las lesiones deportivas?


  1. Factores físicos (rehabilitación física deportiva)
  2. Factores psicológicos (psicología deportiva)

 

Tratamiento

 

Desde nuestro punto de vista como expertos en el tratamiento del dolor, una persona que mejora de su dolor con un tratamiento multidisciplinar, adecuadamente planificado en equipo, necesita un mantenimiento basado en un plan de optimización deportiva.


Es necesario recordar que el ejercicio físico saludable y bien dirigido es la mejor manera de evitar recaídas tras haber superado un episodio de dolor crónico.


De nuestra vocación en el tratamiento del dolor crónico refractario, de nuestros protocolos de tratar el dolor crónico extendido de manera secuencial, recuperando tensiones musculo-esqueléticas, tuvo lugar el desarrollo de protocolos propios para que nuestros pacientes mejoraran su condición física como parte del mantenimiento.


Estos mismos protocolos han mostrado ser eficaces en el tratamiento deportivo, mejorando y optimizando las capacidades de deportistas de élite, profesionales o no.


En consonancia con el especialista en medicina deportiva podemos diseñar planes de optimización biomecánica y bioquímica para mejorar el rendimiento y paliar el desgaste que toda actividad deportiva pudiese acarrear.


La nutrición, la suplementación, la recuperación de las cadenas musculares y las tensiones fasciales, la mejoría del sistema antioxidante y la personalización de planes de entrenamiento permiten que nuestros deportistas, sean del nivel que sean, minimicen sus lesiones y saquen el máximo partido a su condición física.


Como complemento al especialista en medicina deportiva, que siempre es nuestra referencia, nuestros protocolos propios son específicos para cada una de las lesiones más frecuentes en el ámbito del deporte.


REHABILITACIÓN DEPORTIVA

 

La rehabilitación deportiva consistente en la optimización para mejorar el rendimiento y evitar lesiones se puede realizar tratando variables físicas y psicológicas:

  • Factores físicos
  • Factores psicológicos

Entre los tipos de rehabilitación deportiva más frecuentes están:

  • Fisioterapia deportiva
  • Electroterapia
  • Drenaje linfático
  • Crioterapia
  • Suplementación deportiva

Referencias:

[1] Moreno-Pascual IC, Rodríguez-Pérez V, Seco-Calvo J. Epidemiology of sports injuries. 2008, 30: 40-48.


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