26 May OZONOTERAPIA EN LA TERCERA EDAD
La ozonoterapia es un pilar esencial en la medicina preventiva y antienvejecimiento.
La oxidación orgánica es la base del envejecimiento y del estrés celular por el acumulo de desechos (radicales libres).
Los radicales libres entorpecen la maquinaria normal de las células, que terminan por ser destruidas.
Hoy sabemos que mecanismos de este tipo se implican en las enfermedades degenerativas y relacionadas con la falta de aporte sanguíneo periférico, como el Alzheimer, la demencia senil, la fatiga crónica, o la insuficiencia arterial periférica.
La oxigenación inducida por la ozonoterapia (a dosis y concentraciones adecuadas) induce una respuesta de disparo al alza de los enzimas antioxidantes, altamente beneficiosos.
Las células, bajo los efectos del ozono, multiplican sus capacidades antioxidantes y tiene lugar un verdadero “rejuvenecimiento celular”.
Además, dado que ninguna bacteria anaerobia, virus, protozoo u hongo puede vivir en una atmósfera con alta concentración de oxígeno, todas las enfermedades causadas por estos agentes patógenos serían potencialmente curables mediante la acción del ozono.
Una de las primeras aplicaciones fue en heridas infectadas con necrosis por anaerobios, y la ozonización de las aguas para ser consumidas viene siendo una alternativa válida desde hace más de un siglo.
El enriquecimiento de oxígeno que tiene lugar en los tejidos bajo la perfusión postozonización ha llevado a distintos grupos de investigación a publicar trabajos en pacientes renales dializados y en diabéticos, con problemas de vascularización. Los resultados parecen ser bastante prometedores.
Los efectos analgésicos del ozono también son conocidos, y su aplicación, tanto general como subcutánea, y sobre todo en combinación con terapias manuales, a veces son espectaculares.
De ahí su utilidad en enfermedades que se asocian a dolor crónico, como la artritis, la lumbalgia crónica, las hernias discales, los diversos dolores musculoarticulares crónicos, más propios de edades avanzadas.
El envejecimiento es el acúmulo de radicales libres derivados de los mecanismos oxidativos.
La capacidad antioxidante que atribuimos al ozono hace que se comience a emplear exitosamente para trastornos relacionados con la tercera edad, incluso con ánimo preventivo.
Hay trabajos que demuestran la estabilización de un equilibrio adecuado entre el plasma y las células que circulan por el torrente sanguíneo (sobre todo los glóbulos rojos), lo que tendría efecto beneficioso para la prevención de trastornos por tromboembolismo.
- INFO sobre ozonoterapia: https://clinalgia.com/ozonoterapia-que-es-para-que-sirve-beneficios/