Ozonoterapia y antienvejecimiento

Ozonoterapia y antienvejecimiento

La ozonoterapia tiene varias aplicaciones, una de ellas es sobre el dolor pero otra es la terapia antienvejecimiento. Esta, más clínica que estética, es idónea para tratar a personas no solo con patologías sino también aquellas que están sanas pero quieren hacer medicina preventiva sobre todo en periodos duros para la salud .

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La ozonoterapia aplicada al antienvejecimiento tiene como objetivo principal la oxigenación celular generalizada, es decir, a diferencia de cuando se trata de terapia del dolor, no se aplica a través de infiltraciones de forma local, sino a nivel sistémico para que abarque todo el organismo. Así, el ozono se aplica en el caso de terapias de “antiaging” a partir de insuflación rectal o por autohemoterapia, que consiste en mezclar la sangre del paciente con ozono a través de un circuito cerrado, tratamientos bastante benignos y cómodos de realizar.

Las terapias de antienvejecimiento cuentan con una gran ventaja y es que se las puede aplicar casi todo el mundo y sus efectos secundarios son prácticamente nulos. El oxígeno es la clave de la vida, una dosis de ozono nos viene bien a todos, especialmente en personas con enfermedades crónicas que padecen un envejecimiento precoz.

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El ozono medicinal es bastante seguro y sus efectos secundarios son prácticamente nulos.  No desarrolla trastornos alérgicos y en general no se han descrito interacciones con otros fármacos. La administración del ozono por lo general es bien tolerada por los pacientes.

El ozono ha demostrado científicamente ser capaz de aumentar en las células la cantidad de antioxidantes, promoviendo una auténtica limpieza de los radicales libres, ejerciendo así un efecto antienvejecimiento potente y real.

El ozono  actúa sobre las defensas del organismo  como inmunomodulador. Esto significa que modela y estabiliza las funciones del sistema inmune anulando o limitando la agresión, tanto de gérmenes como de células tumorales.

Las propiedades germicidas del ozono también se ven potenciadas por la formación de peróxido de hidrógeno, potente ante microbios anaerobios.

El efecto oxigenante general también tiene consecuencias favorables sobre el sistema muscular, revitalizando, mitigando el cansancio y mejorando la fatiga crónica.

El aporte de oxígeno es crucial para la curación de las heridas y para evitar la gangrena, por eso la ozonoterapia es la alternativa ideal en pacientes diabéticos, siempre expuestos a procesos infecciosos ligados a la hipoxia.

También tiene un papel regulador del colesterol en la sangre.

En España existen varias sociedades científicas que se encargan de promover, estudiar y  contribuir al desarrollo científico de la ozonoterapia.