La ozonoterapia es el empleo del Ozono Médico como medicamento biológico, apto y seguro para ser aplicado en el tratamiento de dolor crónico y de numerosas enfermedades, todas ellas en relación con el daño celular por exceso de radicales libres (estrés oxidativo).
Dado el interés creciente sobre esta técnica, la Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT) publicó en 2015 un texto científico dirigido a todos aquellos profesionales de la salud interesados en conocer la farmacología, la bioquímica y las utilidades del ozono médico.
Este texto está disponible en varios idiomas en la página web de la Sociedad Española de Ozonoterapia (SEOT).
El ozono médico es una mezcla de bajas concentraciones de ozono con oxígeno medicinal.
Según el texto referido, éste debe ser producido con un generador atóxico, fiable y que permita mediciones precisas.
Principalmente para el tratamiento del dolor y las inflamaciones crónicas.
Además, puede ser muy útil en el tratamiento de pacientes que sufren procesos relacionados con la alteración del balance de oxido-reducción celular, es decir, con exceso de radicales libres.
Entre estos figuran, fundamentalmente, la inflamación crónica de cualquier naturaleza, los procesos inmunitarios, los procesos isquémicos y los procesos infecciosos.
Básicamente, el ozono médico tiene “efecto vacuna” sobre el organismo, ya que estimula las defensas antioxidantes mediante la provocación de una pequeña oxidación controlada (pre-acondicionamiento oxidativo celular).
Esta estimulación carece de riesgo, pues los generadores modernos son incapaces de generar dosis mínimamente tóxicas.
Se ha demostrado que el pre-acondicionamiento oxidativo pone en marcha moléculas de nuestras células que activan los genes destinados a la reparación y defensa celular, tales como los antioxidantes, los antiinflamatorios, los antitumorales o los reoxigenantes.
La ozonoterapia es un tratamiento complementario a numerosas enfermedades crónicas que, desgraciadamente, no tienen curación.
Dada su excelente tolerabilidad y su mínimo riesgo es ideal para mejorar la calidad de vida en pacientes con dolor crónico (máximo nivel de evidencia científica) y en procesos infecciosos, isquémicos y autoinmunes.
Todos los estudios de seguridad (Tolerabilidad, teratogenicidad y carcinogenicidad) han sido realizados siguiendo las normativas de la Food and Drug Administration estadounidense (FDA), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de la Agencia Reguladora Cubana, una de las más prestigiosas del mundo.
En estudios preclínicos, más de 60 publicaciones avalan su inocuidad y eficacia como protector en modelos de daño renal, hepático, cerebral, cardíaco, pancreático, intestinal, óseo y muscular.
Diferentes grupos de investigación han publicado estudios clínicos demostrando ser útil y muy bien tolerado en enfermedades cardio y cerebrovasculares, neurológicas, oftalmológicas, neumológicas, digestivas, metabólicas, reumatológicas, odontológicas, etc.
Cabe destacar la publicación de una serie de trabajos que demuestran su interés como adyuvante a los tratamientos del paciente oncológico, tanto como protector ante los daños de la quimio y radioterapia, como por mejorar la inmunidad y favorecer la curación de heridas complicadas.
Se puede administrar por cualquier vía, según la indicación, salvo la inhalada: queda terminantemente prohibido respirar ozono.
Generalmente es infiltrado en medicina del dolor, ayudando a regenerar y desinflamar músculos, tendones, ligamentos, discos intervertebrales y articulaciones.
Por vía tópica se usa para favorecer los procesos de cicatrización de heridas.
Mediante la aplicación sistémica (enemas rectales o por vía endovenosa indirecta) es usado para el tratamiento complementario de numerosas enfermedades y tiene gran futuro en medicina preventiva.
Para una información científica se pueden consultar las páginas de la Sociedad Española de Ozonoterapia (SEOT) o de la Federación Mundial de ozonoterapia (WFOT).
Desde estos portales se puede descargar el documento referenciado, con más de 300 referencias bibliográficas.
Además, buscando en Pub Med (Instituto Nacional de Salud y Biblioteca nacional de EE.UU.) se pueden encontrar más de 3.000 trabajos científicos.
La lumbalgia crónica inespecífica suele ser una de las principales consultas en medicina del dolor. Una vez descartada la indicación quirúrgica, el abordaje ha de ser lo más conservador posible.
El tratamiento de la hernia discal con ozonoterapia es cada vez más extendido y existe evidencia científica de superioridad a largo plazo en el dolor lumbar frente a otros tipos de tratamientos.
En patología lumbar la cantidad de trabajos es extensa.
Los resultados positivos, junto con la seguridad de la técnica y las temidas complicaciones de la cirugía, hacen que cada vez más autores consideren de primera elección los tratamientos conservadores con ozonoterapia, sea paravertebral o intradiscal.
Cochrane es un organismo totalmente independiente de referencia internacional, cuya labor desde hace más de 25 años consiste en mejorar los conocimientos sanitarios y la toma de decisiones médicas sobre tratamientos basadas en la evidencia científica.
En el año 2013, con respecto a la ozonoterapia como tratamiento del dolor lumbar, y tras una exhaustiva revisión sistemática, la Cochrane concluye que “hay evidencia de superioridad a largo plazo de la ozonoterapia para el tratamiento de la lumbociatalgia crónica, en comparación con la inyección de esteroides, la radiofrecuencia y la cirugía abierta”.
En la actualidad, disponemos de un soporte científico sobre los beneficios de la ozonoterapia, tanto a nivel preclínico como clínico, sobradamente avalado por publicaciones en revistas de prestigio.
Los beneficios de la ozonoterapia debidamente aplicada sin riesgo es una realidad médica suficientemente avalada que puede usarse para mejorar la calidad de vida en enfermedades críticas, siempre complementando a la medicina clásica.
Las contraindicaciones de la ozonoterapia son mínimas y la prevención del dolor es su mejor antídoto.
Todos los autores coinciden en la seguridad de los tratamientos con ozonoterapia, especialmente ahora que se dispone de máquinas modernas de gran precisión.
Como contraindicaciones relativas para la ozonoterapia sistémica estarían el hipertiroidismo no controlado, la trombocitopenia, la inestabilidad cardiovascular severa y los estados convulsivos.
Tampoco es conveniente, por prudencia médica, aplicar la ozonoterapia sistémica a pacientes embarazadas.
Indudablemente, la ozonoterapia ha de ser practicada por un médico experto, y un diagnóstico del estado prooxidante-antioxidante del paciente sería deseable.
A pesar de que el Ministerio de Sanidad recientemente no incluye a la ozonoterapia como pseudociencia en el año 2019, pocas universidades han incluido algún tipo de posgrado propio en ozonoterapia como hicieron en su día la Universidad de Sevilla o la Universidad Juan Carlos I, aunque no vigentes hoy en día.
La Universidad de Valencia en su Máster Propio en Investigación y Tratamiento especializado en Dolor incluye un pequeño apartado sobre el tratamiento con ozonoterapia.
Por otro lado, entre las iniciativas más novedosas en docencia e investigación está la Catedra de Ozonoterapia y Dolor Crónico de la UCAM en colaboración con el Dr. Francisco Javier Hidalgo Tallón, Director Médico de Clinalgia.
En este sentido, el Dr. Hidalgo Tallón está promoviendo cursos, jornadas y seminarios para divulgar los beneficios de la ozonoterapia.
En Clinalgia, tenemos un equipo humano especialista en ozonoterapia para combatir el dolor crónico dirigidos por el Dr. Hidalgo Tallón.