«La ozonoterapia me devolvió a la élite del deporte»

«La ozonoterapia me devolvió a la élite del deporte»

Entrevistamos a Juan Antonio Pérez, «Chiki», protagonista del atletismo español y paciente de Clinalgia

En 2014 Chiki experimentó, tras una grave lesión en la rodilla que amenazó con truncar su prometedora trayectoria, un resurgimiento en su carrera deportiva. El fondista español encontró en los tratamientos con ozonoterapia del Doctor Javier Hidalgo (Clinalgia) la clave para recuperar su forma física y alcanzar nuevas metas. En esta entrevista, “Chiki” nos revela cómo el ozono médico le permitió volver a competir al más alto nivel y convertirse en uno de los mejores fondistas de Europa.

“Chiki”, has tenido una carrera marcada por grandes éxitos y también por momentos difíciles. ¿cómo describirías tu evolución como atleta desde tus inicios hasta la actualidad?

Mi carrera ha sido un constante aprendizaje y superación. Desde mis inicios, siempre he sentido una gran pasión por el atletismo y he trabajado incansablemente para alcanzar mis metas. En las categorías inferiores, tuve la suerte de cosechar grandes éxitos, representando a España en campeonatos mundiales y europeos. Sin embargo, cuando di el salto a la categoría absoluta, me enfrenté a una lesión de rodilla que me apartó de las pistas durante dos años. Fue un momento muy duro, en el que llegué a pensar que quizás no podría volver a correr al mismo nivel.

Tal y como dices, esta lesión estuvo a punto de apartarte del atletismo. ¿Cómo fue ese periodo y qué te llevó a buscar alternativas como la ozonoterapia?

Fue un momento muy oscuro en mi carrera. La lesión de rodilla me causó una frustración enorme, ya que me impedía hacer lo que más amaba: correr. Pasé por un proceso de duelo, viendo cómo mis sueños de seguir compitiendo al más alto nivel se veían cada vez más lejanos. Los primeros meses fueron los más difíciles. El dolor era constante y la incertidumbre sobre mi recuperación me llenaba de ansiedad.

Después de consultar a numerosos especialistas y probar diferentes tratamientos convencionales sin resultados satisfactorios, me sentía desesperado. Fue en ese momento cuando un amigo me habló del doctor Javier Hidalgo y sus tratamientos de ozonoterapia. Al principio, fui bastante escéptico, ya que había probado tantas cosas sin éxito. Sin embargo, la desesperación me llevó a intentarlo. La idea de poder volver a correr me motivó a buscar cualquier alternativa, por remota que pareciera. Y funcionó.

 ¿Puedes describirnos cómo fue tu primer contacto con Clinalgia y qué expectativas tenías?

Recuerdo que llegué a la clínica con muchas dudas y pocas expectativas. Después de tantos tratamientos fallidos, había perdido la esperanza de volver a correr. Sin embargo, el equipo de Clinalgia, especialmente Javier, me recibió con mucha profesionalidad y empatía. Me explicaron en detalle el tratamiento con ozonoterapia y cómo podría beneficiarme.

Mis expectativas eran bajas, pero esperaba al menos encontrar algún alivio del dolor. Nunca imaginé que la ozonoterapia pudiera ser tan efectiva. Estaba preparado para un largo proceso de rehabilitación, pero los resultados fueron mucho más rápidos de lo que esperaba.

¿Cuál fue el punto de inflexión en tu recuperación? ¿Qué te hizo sentir que estabas volviendo a ser el atleta que eras antes?

Recuerdo que después de unas pocas sesiones, el dolor que llevaba arrastrando durante tanto tiempo comenzó a disminuir de manera significativa. Fue una sensación increíble, como si poco a poco mi cuerpo estuviera recuperando la energía y la fuerza que había perdido.

Lo que realmente me hizo sentir que estaba volviendo a ser el atleta que era antes fue cuando el doctor Javier Hidalgo, tras sólo unas pocas sesiones, me autorizó a comenzar a correr de nuevo. Al principio sentía cierto miedo, pero con cada kilómetro que recorría, mi confianza iba creciendo.

Creo que lo que más me ayudó a recuperar mi forma física fue la combinación de la ozonoterapia con un entrenamiento específico y gradual. Gracias a este tratamiento y al apoyo de mi equipo, pude volver a competir al más alto nivel y alcanzar metas que creía imposibles.

¿En qué consistía tu tratamiento con ozonoterapia y cómo te sentías después de cada sesión?

El doctor Javier Hidalgo me explicó que el ozono tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que ayudan a regenerar los tejidos dañados.

Durante las sesiones, me aplicaba ozono directamente en la zona afectada, es decir, en mi rodilla. Sentía una pequeña punzada, pero nada insoportable. Además de la aplicación directa de ozono, también me realizaban sesiones de fisioterapia para complementar el tratamiento. La combinación de ambas terapias fue fundamental para mi recuperación.

La verdad es que noté una mejora significativa en mi movilidad y una disminución del dolor. Me sentía más relajado y con una sensación de bienestar general. Conforme avanzaban las sesiones, me daba cuenta de que mi rodilla cada vez estaba más fuerte y que podía realizar actividades que antes me resultaban imposibles.

¿Cómo ha influido la ozonoterapia en tu rendimiento deportivo a largo plazo?

Gracias a este tratamiento, he podido recuperar completamente mi rodilla y volver a entrenar con la intensidad que necesito para competir al más alto nivel. Siempre lo digo: Javier y Clinalgia me salvaron. Gracias a ellos, pude recuperarme y volver a la élite.