01 Oct Historia del Oxígeno en los Seres Vivos. La Paradoja del Oxígeno
Historia del Oxígeno
Si retrocedemos 3.500 millones de años en la historia, aparecieron en nuestro planeta bacterias y algas capaces de producir oxígeno, un gas tóxico que suponía una amenaza para el desarrollo de los seres vivos.
Cuando un tóxico como el oxigeno inundó la atmósfera, a los seres vivos no les quedó más remedio que aprender a defenderse y vivir con él.
Una vez que la vida en la tierra se adaptó a esta exposición, los organismos aprovecharon el potencial de este tóxico para quemar nutrientes y aumentar exponencialmente su disponibilidad energética.
En la evolución de la historia del oxígeno, las células primitivas obtuvieron, gracias al oxígeno, un plus de energía que les permitió dar un paso más en la evolución.
Nacieron las células modernas, las mismas que componen nuestra biología, y que llamamos eucariotas.
La célula eucariota animal es la base de nuestra constitución.
La Paradoja del Oxígeno
Según la investigadora María Cáscales Angosto, del Consejo Superior de Investigaciones científicas, “los organismos aerobios eucariotas superiores no pueden existir en ausencia del oxígeno y el oxígeno es inherentemente tóxico para su existencia”1.
Esta realidad ha sido llamada “la paradoja del oxígeno”.
Realmente no se sabe cuantas células componen el cuerpo humano, pero un cálculo reciente, llevado a cabo por unos investigadores de la Universidad de Bolonia, en Italia, concluye que nuestro organismo estaría compuesto por algo más de 37 billones de células2.
Esta cantidad de células modernas, evolucionadas, trabajan al unísono, relacionándose entre sí, dialogando continuamente para que el equilibrio de nuestros órganos sea perfecto y su funcionamiento el esperado.
Son comunidades de seres vivos que se nutren, crecen, se reproducen, defecan y mueren como nosotros mismos.
Como se ha dicho en la historia del oxígeno, todas estas células “que somos nosotros” tuvieron que aprender a enfrentarse a un enemigo común, un gas tóxico que robaba electrones a su materia, un gas que las oxidaba provocando en ellas un daño irremediable.
Nacieron así los sistemas antioxidantes, una batería de moléculas de defensa, un ejército bioquímico que trabaja continuamente en nosotros para que nuestras células no sean degradadas por oxidación y puedan respirar adecuadamente.
Se llama “respiración celular” a la degradación de determinados compuestos orgánicos de los alimentos para obtener la energía que necesitamos para vivir.
El Preacondicionamiento Oxidativo mediante Ozono
Dicho esto, podemos entender el fundamento biológico de la ozonoterapia médica, que ha demostrado científicamente optimizar la resistencia de nuestros órganos principales y ralentizar su deterioro.
El ozono médico es un oxidante, que producido con generadores apropiados e inoculado de manera controlada es capaz, como una vacuna, de activar genes de defensa que estimulan y potencian nuestra maquinaria antioxidante.
Es lo que se llama el “preacondicionamiento oxidativo mediante ozono”, proceso extensamente estudiado bioquímicamente, y que cuenta con más de 50 entradas en Pub Med (Librería Nacional Estadounidense de Medicina e Institutos de la Salud).
Aquí se fundamentaría el interés de la ozonoterapia médica en la medicina preventiva y la “medicina antienvejecimiento”.
Especialmente si se contempla que se trata de una técnica extremadamente segura, más que cualquier procedimiento cotidiano que aplicamos diariamente.
La ozonoterapia médica, adecuadamente administrada, ha demostrado ser totalmente fiable según los diferentes test toxicológicos preclínicos llevados a cabo sobre animales de experimentación y siguiendo las normativas de la Food and Drug Administration estadounidense (FDA), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Agencia Reguladora Cubana, unas de las más prestigiosas del mundo3.
En Alemania, haciendo un registro general sobre 5.579.238 tratamientos con ozonoterapia, Jacobs4, tras un estudio solicitado por el Ministerio de Sanidad Alemán y controlado por la Sociedad Alemana de Medicina Forense, publicó que la incidencia de efectos adversos de la ozonoterapia sistémica era de solo el 0,006%, muchos de ellos no relacionados con el procedimiento.
REFERENCIAS
- María Cascales Angosto. Estrés oxidativo: envejecimiento y enfermedad. Madrid : Instituto de España, 1999. ISBN 84-85559-54-1.
- Bianconi E, Piovesan A, Facchin F, Beraudi A, Casadei R, Frabetti F, Vitale L, Pelleri MC, Tassani S, Piva F, Perez-Amodio S, Strippoli P, Canaider S. An estimation of the number of cells in the human body. Ann Hum Biol.2013; 40:463-471.
- Menéndez S and Mark Advances of Ozone Therapy in Medicine & Dentistry. Havanna University 2016.
- Jacobs MT. Untersuchung Über Zwischenfalle Und Typische Komplikationen In Der Ozon-Sauerstoff-Therapie. Ozo Nachrichten 1982; 1:5.