24 Abr “En enfermedades vasculares como úlceras crónicas y heridas que no terminan de sanar la ozonoterapia es esencial”
La ozonoterapia tiene un enorme potencial terapéutico que, hasta ahora, ha pasado desapercibido e incluso ha sido obstruido por las autoridades médicas del mundo. Entre las razones que han influido en la infravaloración de su utilidad y en los prejuicios y la prevención subjetiva contra la misma se pueden mencionar, por una parte, la ignorancia acerca de sus características específicas, así como probablemente grandes intereses comerciales farmacéuticos contra una terapia que puede sustituir a muchos fármacos de gran consumo.
La ozonoterapia dejó de usarse por intereses farmacéuticos después de la II Guerra Mundial
Por otra parte, también es cierto que durante muchos años se vino desarrollando de manera empírica, por médicos privados, carentes de recursos y financiación para organizar estudios básicos. Afortunadamente, en las décadas de los años 80 y 90, algunas instituciones públicas, como el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Cuba y la Universidad de Siena en Italia, comenzaron a realizar este tipo de estudios que han sido básicos para llevar la ozonoterapia a un nivel más científico.
También ha sido muy importante la labor creciente de varias asociaciones médicas europeas de ozonoterapia, que han promovido congresos, cursos y publicaciones, además de numerosos trabajos de investigación científica, consiguiendo interesar también a muchas otras instituciones públicas en Europa.
Así pues, para concluir, antes de examinar la utilidad del ozono en diversas enfermedades, deberíamos resumir la cantidad de efectos biológicos inducidos por este gas en el cuerpo tras la estimulación de la sangre, piel, tejido celular subcutáneo, músculos y luz intestinal. La sangre es obviamente el vehículo mejor para transmitir mensajes generados por el ozono, pero otros tejidos tienen una relevancia cooperativa.
La ozonoterapia, por tanto, no excluye la medicina ortodoxa, sino que, en muchos casos, se integra con ella. Existen también enfermedades vasculares, tales como úlceras crónicas y heridas que no terminan de sanar, donde la ozonoterapia es esencial, mientras que en otras enfermedades no sólo tiene un rol útil, sino también complementario.
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