17 Jun OZONOTERAPIA Y ESTIMULACIÓN DEL SISTEMA INMUNE
El ozono es una partícula extremadamente inestable que persigue su estabilidad agregándose a distintas moléculas nada más tomar contacto con el organismo. Una de las dianas del ozono es sobre las cubiertas de las células.
Todas las células tienen una capa de carácter graso que aísla sus contenidos del entorno y por tanto las protege. El ozono adecuadamente administrado impacta sobre los ácidos grasos de la membrana celular e interacciona con ellos sin que haya consecuencias nocivas, más bien al contrario, ya que estas reacciones forman unas sustancias llamadas hidroperóxidos. A partir de los hidroperóxidos se sintetiza peróxido de hidrógeno, más popularmente conocido como agua oxigenada, y sabemos que los glóbulos blancos (fagotitos) habitualmente producen peróxido de hidrógeno para destruir bacterias y virus.
Desde hace más de un siglo se viene usando el ozono para la depuración de las aguas residuales, por lo que no es de extrañar que, sin dejar de lado las demás alternativas médicas, tenga una aplicación apropiada en diversos procesos infecciosos. Los trastornos de falta de riego sanguíneo periférico, como la diabetes, al hacer que escasee la llegada de sangre a las heridas, limita o impide la curación de las mismas y por tanto favorece que se infecten y supuren por necrosis anaeróbica. Aún hoy es frecuente llegar a extremos tan indeseables como la amputación de miembros en pacientes afectados del llamado “pie diabético”.
Abscesos, fístulas anales, úlceras de decúbito, enfermedades virales, sinusitis, estomatitis, vulvovaginitis, etc. se pueden beneficiar de la capacidad del ozono médico para frenar los procesos por anaerobios, con frecuencia resistentes a las alternativas habituales.
Los glóbulos blancos (linfocitos y macrófagos) son los encargados de defendernos contra los agentes extraños o nocivos para nuestra integridad; constituyen el llamado sistema inmune, cuya función es la de distinguir “lo extraño” de “lo propio”. Cuando algún germen invade el organismo o alguna célula propia degenera, este “ejército” de células se pondrá en marcha para frenar al elemento intruso; si este “ejército” no funciona adecuadamente podría llevarse a la confusión de atacar “lo propio” y destruir estructuras sanas, que es lo que tiene lugar en las llamadas enfermedades autoinmunes, tales como la artritis reumatoide.
Desde el punto de vista inmune, hay dos momentos especiales a lo largo de la vida: el primero es en la primera infancia, ya que los sistemas de defensa no están plenamente desarrollados; el otro es en la senectud, donde por motivo de la edad avanzada los mismos sistemas merman su eficacia.
Diversos estudios ilustran la activación que bajo los efectos del ozono sufren los glóbulos blancos. Estas “células soldado” invaden nuestro organismo, y una vez excitadas incrementan la síntesis de toda una serie de “sustancias-veneno”, llamadas citoquinas, que actúan atacando a los gérmenes o a otras células propias que conviene destruir. Además el sistema inmune es crucial en la lucha antitumoral por reconocer y atacar a las células degeneradas, y hace años que hay una línea de investigación abierta en el tratamiento con ozono como coadyuvante en pacientes con cáncer; los resultados son bastante favorecedores.
LA OZONOTERAPIA EN CLINALGIA.
Sin perder la referencia del espíritu científico e investigador que nos avala, como miembros de la Sociedad Científica Española de aplicación de oxígeno-ozono para el estudio de la Ozonoterapia, consideramos que:
1.- Las dosis y concentraciones recomendadas nunca sobrepasarán las científicamente aprobadas y recomendadas por las distintas investigaciones y las distintas Sociedades internacionales.
2.- Estamos en disposición de ofrecer información científica al respecto tanto a pacientes como a profesionales de la salud.
3.- Las expectativas son buenas y los riesgos se consideran inexistentes. La mejora de la calidad vida de los pacientes sanos o con tratamientos paliativos y con sufrimiento crónico justifica que se amplíen las líneas de estudio e investigación en torno a la ozonoterapia.
Al igual que otros muchos autores, en Clinalgia consideramos que el ozono es el agente preventivo por excelencia. Ampliamente desarrollado en países como Suiza, Alemania, Austria, Rusia, Cuba e Italia, ha demostrado ser una alternativa natural y sin riesgo, no sólo para los pacientes que sufren, si no para aquellos que desean un abordaje preventivo, como vehículo para favorecer un futuro con mejor calidad de vida.
En próximas entregas iremos desarrollando, con la adecuada base científica, el efecto beneficioso de la ozonoterapia en relación con distintos sistemas orgánicos y cómo puede, tanto ayudar a controlar diversas enfermedades, como contribuir a que las mismas no se desarrollen.
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