Bases teóricas para un ensayo clínico en COVID-19 con ozonoterapia sistémica

Bases teóricas para un ensayo clínico en COVID-19 con ozonoterapia sistémica

Francisco Javier Hidalgo Tallón1,4*, Silvia Menéndez-Cepero2 , José Baeza-Noci3 y GonzaloGea Carrasco5
1Instituto de Neurociencias, Universidad de Granada, España
2Asesor Científico, 1350 Asturia Ave. Coral Gables, 33134-Florida, USA
3Facultad de Medicina y Cirugía, Universidad de Valencia, España
4Departamento de Ozonoterapia y Dolor Crónico, Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), España
5Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), España
*Autor correspondiente: Francisco Javier Hidalgo Tallón, Instituto de Neurociencias, Universidad de Granada, y Departamento de Ozonoterapia y Dolor Crónico,
Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), España; E-mail: fjht63@gmail.com
Recibido: 12 de enero de 2021; Aceptado: 21 de enero de 2021; Publicado: 12 de febrero de 2021


Resumen

El tratamiento con ozono sistémico ha demostrado, en diferentes estudios clínicos, mejorar el intercambio de gases y la circulación sanguínea, mejorar la función pulmonar en pacientes crónicos, reducir la carga viral en pacientes infectados por el virus del herpes, virus de la hepatitis B y C, virus de la inmunodeficiencia humana y reducir significativamente IL-6 y otras citocinas proinflamatorias en enfermedades inflamatorias crónicas. Todos estos resultados respaldan la justificación para establecer un ensayo clínico para los pacientes que padecen COVID-19 como tratamiento adyuvante hasta que encontremos una cura eventual.

Palabras clave: COVID-19, Ozonoterapia, SARSCoV2, Tratamiento sistémico con ozono


Hipótesis propuesta

Debido a la situación mundial extrema provocada por la pandemia COVID19 Consideramos poco ético no probar ninguna opción de tratamiento con una justificación razón fundamental.

Hemos explicado que la ozonoterapia médica tiene una clara base científica gracias a toda la investigación preclínica ya publicado. Se puede clasificar como estresante químico que produce un modulación del equilibrio redox y la inmunidad. Además, es fácil y seuro de administrar [1].

La eficacia en enfermedades virales ha sido publicaron juntos la modulación de IL-6 y otros proinflamatorios citocinas que potencialmente podrían ayudar en pacientes con COVID19. Nosotros proponemos realizar un ensayo de control aleatorizado para evaluar la seguridad y eficacia del ozono sistémico (indirecto endovenoso y rectal) en estos pacientes.

Introducción

Coronavirus

El nuevo Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) producido por el nuevo coronavirus, SarsCoV2, se ha expandido desde el pasado diciembre y declarado por la OMS como pandémico. Hoy (27 de marzo, 2020) hay 465915 pacientes confirmados y en España el número de casos es de 65719 [2]. La tasa de mortalidad está en torno al 3,7% y no hay tratamiento probado [3].

Desde el punto de vista clínico, produce un dificultad respiratoria aguda con linfohistiocitosis hemofagocítica que induce un aumento fatal de las citoquinas en la sangre.

Los pacientes también muestran un aumento de la ferritina, la interleuquina 6 (IL-) y la disminución de las plaquetas como marcadores de un proceso de inflamación enorme que se está iniciando y que puede conducir a la insuficiencia cardíaca [4].

En los pacientes graves, encontramos un aumento del el tiempo de protrombina, el tiempo parcial de tromboplastina, el dímero D, la deshidrogenasa láctica procalcitonina, albúmina, proteína C reactiva y aspartato aminotransferasa [5].

Ozonoterapia médica

El ozono médico es una mezcla de ozono y oxígeno médico producida por un dispositivo médico fiable y preciso. La ozonoterapia es el uso de ozono médico, un agente terapéutico seguro, para tratar el dolor y otras enfermedades.

Debido al creciente interés por estas técnicas, la Federación Mundial de Federación Mundial de Ozonoterapia – WFOT publicó en 2015 una revisión científica revisión científica dedicada a los profesionales de la salud interesados en conocer y comprender la bioquímica, la farmacología y las indicaciones del ozono médico [6].

Efecto germicida del ozono

El ozono ha demostrado su eficacia contra virus, bacterias (grampositivas como gramnegativas), hongos y esporas.

Esto se debe a su alta capacidad oxidante que no puede ser manejada por los mecanismos clásicos de resistencia mecanismos de resistencia microbiana y daña las membranas microbianas irremediablemente [7].

Su efecto es universal pero selectivo. Universal, porque es eficaz en todos los microbios, incluso para Pseudomonas aeruginosa y Escherichia coli, ambos con una gran resistencia a los antibióticos.

Selectivo, porque respeta las células sanas eucariotas, debido a la enorme capacidad antioxidante capacidad antioxidante de las mismas y de su entorno. Podemos encontrar trabajos sobre este efecto sobre el virus bacteriófago MS2, el virus Norwalk, el poliovirus 1 hepatitis A y Coxsackievirus [8-11].

El mecanismo interno del efecto germicida se debe a:

– Los dobles enlaces de los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) de la membrana que el ozono rompe.
– Aminoácidos (cisteína, metioína, histidina) que reaccionan con ozono en sus grupos de tioles.

Sobre los virus, además del daño de la membrana, los peróxidos lipídicos de la reacción de la membrana interfieren la transcriptasa inversa, básica para la replicación del virus [12].

Este efecto antimicrobiano no tiene nada que ver que ver con los mecanismos de acción in vivo que contribuyen a la curación de la infección y que podría ser útil para los pacientes de COVID-19.

Efectos biológicos del ozono médico

La administración de ozono médico para proteger y reparar el daño orgánico ha demostrado ser un estrés eficaz y más segura que la isquémica.

El ozono ha demostrado ser eficaz contra el daño hepático inducido por isquemia/reperfusión [13-17], hepatectomía parcial [18] o toxicidad por tetracloruro de carbono [19] o metotrexato [20].

También se ha demostrado que el ozono potencia la hepatoprotección de la ketamina en ratas sépticas [21]. Se ha informado de resultados similares resultados similares para el daño renal en modelos de isquemia/reperfusión [22-28], toxicidad por contraste radiológico [29], adriamicina [30], nefrectomía parcial nefrectomía parcial [31], diabetes [32] o metotrexato [33].

Asimismo, en el daño cardíaco y del músculo esquelético debido a la isquemia/ reperfusión o toxicidad por doxorubicina [34-38]. El daño intestinal inducido por metotrexato [39], daño por irradiación pulmonar [40], peritonitis fecal [41] y shock endotóxico [42].

A partir de estos trabajos sobre el precondicionamiento oxidativo precondicionamiento oxidativo del ozono, conocemos los mecanismos biológicos restauración tisular inducida por el proceso oxidativo controlado por el ozono.

La reacción bioquímica del ozono médico sobre los PUFA transportados por albúmina genera (reacción de Criegee) alfa-hidroxi-hidroperóxidos peróxido de hidrógeno y aldehídos, como el 4-hidroxinonenal. Estos últimos son moléculas de señalización bien conocidas que modulan la inflamación, la proliferación crecimiento y muerte celular (necrótica o apoptótica) [43,44].

El estrés oxidativo agudo leve inducido por el ozono también modula la activación de diferentes factores de transcripción nuclear (NF) [45]: Factor Nuclear de las Células T Activadas y Proteína Activada-1, Goth relacionado con la inmunidad, Factor Inducible por Hipoxia-1a, relacionado con degeneración vascular y NRF2 (Nuclear factor Erythroid-2-Related Factor-2), que regula la síntesis de mediadores de la inflamación y enzimas antioxidantes (SOD, GPx, GSTr, CAT, HO-1, NQO-1, NADPH).

También modula la liberación de proteínas de choque térmico (HSP) que tienen un efecto protector [46] especialmente en enfermedades oncológicas [47,48] e enfermedades infecciosas [49].

Pecorelli y Bocci comprobaron un aumento de NRF2 en el plasma de voluntarios sanos tras la administración de ozono a cultivos celulares. El aumento estaba relacionado con la dosis, con un incremento positivo a medida que la dosis de ozono aumentaba de 20 a 80 μg/mL [50,51].

Resultados similares fueron publicados por Re y cols. que también observaron un incremento en varias proteínas de choque térmico: HSP-60, HSP-70 y HSP-90 [52]. Relacionado con esta modulación del NRF2, una disminución de las citoquinas proinflamatorias en pacientes con esclerosis múltiple [53].

En los eritrocitos, principalmente a través del peróxido de hidrógeno que acelera la glicólisis intraeritrocitaria y así, produce más ATP y un aumento de 2, 3-DPG, se inducen dos cambios que ayudan a mejorar la circulación sanguínea:

1. El aumento de 2, 3-DPG produce un desplazamiento hacia la derecha en la curva de disociación oxígeno/hemoglobina (efecto Bohr) [54]. Se produce un aumento del intercambio de gases en los pulmones y tejidos periféricos debido a esto.
2. Mejora de la bomba de membrana Na/K2+, dependiente del ATP, que restablece la función de la membrana que suele afectar en las enfermedades crónicas [55]. Este efecto mejora la reología de la sangre y la microcirculación.

Además, los peróxidos lipídicos del ozono inducen la liberación de óxido nítrico endotelial y nitrosotioles [56] que inducen la dilatación local y remota de los vasos dilatación, antitrombosis y regulación de la contractilidad cardíaca [57,58].

Todos estos efectos producen una gran mejora de los tejidos periféricos periféricos [59].

Estudios clínicos

Las aplicaciones clínicas del ozono médico comenzaron a principios del  siglo pasado. En 1911 el Dr. Noble Eberhart, jefe del departamento de fisiología en la Universidad de Loyola (Chicago, Illinois, USA) publicó el libro «A Working Manual of High Frequency Currents» que promueve el uso del ozono médico para la TBC, anemia, asma bronquitis, diabetes y otros [60].

Hoy en día, en PubMed podemos encontrar más de 3000 artículos sobre la ozonoterapia y más de 1200 son estudios clínicos [61].

La ozonoterapia médica se utiliza en la medicina del dolor desde los años 80 [62,63] teniendo actualmente el mayor nivel de evidencia para indicaciones específicas; además, algunas aplicaciones dentales tienen también un alto nivel de evidencia, principalmente por el efecto germicida ya comentado.

Enfermedades Cardiovasculares y Cerebrovasculares

La mejora genérica de la circulación sanguínea causada por el ozono medico y el efecto especifico sobre la placa de ateroma será especialmente útil en este tipo de enfermedades [64-66].

Giunta y cols. comprobaron que 27 pacientes con enfermedad arterial oclusiva periférica tratados con ozono médico sistémico mejoraron, no sólo la capacidad antioxidante antioxidante, sino también la perfusión y la viscosidad de la sangre, el hematocrito y el fibrinógeno, sin efectos secundarios [67].

Un estudio cubano reclutó a 120 pacientes con factores de riesgo de infarto de miocardio y los aleatorizó en 2 grupos control y tratamiento (insuflación rectal de ozono). Durante un año, cada 3 meses, se registraron varios parámetros clínicos y bioquímicos.

El grupo de ozono fue bastante más estable tanto clínica como biológicamente.

No se encontraron efectos secundarios en efectos secundarios [68].

Otro equipo cubano trató a 22 pacientes post de ataque cardíaco con aplicación de ozono endovenoso indirecto sistémico diariamente durante 3 semanas y mostraron una mejora en el metabolismo de los lípidos y capacidad antioxidante. No se detectaron efectos secundarios [69].

El mismo equipo trató a 120 pacientes con enfermedad cerebrovascular aguda, subaguda y crónica cerebrovascular aguda, subaguda y crónica. Tras 20 aplicaciones de ozono rectal, el 86% de los pacientes mejoraron clínicamente, especialmente los agudos [70].

Neumología

Un ensayo clínico publicado demostró la eficacia del ozono sistémico a diferentes dosis y formas de administración en pacientes asmáticos.
La mejora de la Ig E y del estado antioxidante junto con la disminución de marcadores de inflamación.

El ozono endovenoso indirecto fue más eficaz a la misma dosis [71]. Estos resultados también se encontraron en un grupo de pacientes con enfisema tratados con 2 ciclos de 20 aplicaciones de insuflación rectal de ozono.

No encontraron ningún efecto secundario [72]. Borrelli y Bocci asignaron aleatoriamente a 50 pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica en 2 grupos: control y tratamiento con ozono sistémico indirecto, sistémico y con ozono endovenoso. No encontraron ninguna mejora en la oxigenación basal o la función pulmonar, pero encontraron una mejora en las pruebas de esfuerzo: 6MWT, escala de disnea de Borg, SGRQ, capacidad de concentración y memoria. No se observaron efectos secundarios [73].

Inmunomodulación

En 1990, Bocci y Paulesu estudiaron los efectos in vitro del ozono sobre leucocitos de la sangre humana en concentraciones de 2,2 y 108 mcg/mL durante 30 segundos.

Estos autores encontraron que las concentraciones alrededor de 42 mcg/mL eran óptimas para aumentar el interferón [74]. Años más tarde otro estudio in vitro demostró que 40mcg/mL producían una óptima modulación en NFKβ y citoquinas pro inflamatorias sin ningún efecto secundario [75,76].

Los pacientes con deficiencia primaria de IgA encontraron más mejoría con el ozono sistémico que con el Factor de Transferencia 1 [77].

En pacientes pediátricos con inmunodeficiencia secundaria tratados con ozono sistémico ozono sistémico también mejoraron clínicamente con una disminución de la tasa de infección y sin efectos secundarios [78].

Inflamación crónica y enfermedades autoinmunes

El ozono médico ha demostrado su eficacia y seguridad en el tratamiento enfermedades intestinales inflamatorias crónicas [79,80] y la artritis reumatoide artritis reumatoide [81,82]. Todos los parámetros mejoraron en los grupos tratados también con ozono sistémico.

Los ensayos clínicos han validado una disminución de la IL-6 y de otras citoquinas proinflamatorias en la diabetes mellitus [83], la esclerosis esclerosis múltiple [53] y en pacientes con hernia discal lumbar [84]. Este descenso se correlacionó con una mejora clínica y una estabilización en el evolución de las enfermedades.

Infecciones víricas

Virus del herpes. El ozono médico ha resultado ser eficaz para el virus del herpes virus del herpes mediante inyecciones locales, aceite y agua ozonizados tópicos y también en la administración sistémica.

En la neuralgia postherpética, se ha detectado una mejora clínica se ha detectado una mejora clínica a través de estudios clínicos con grupos de control grupos de control que utilizan ozono inyectado alrededor del ganglio de la raíz dorsal solo [85], combinado con pregabalina [86] o con retrovirales y acupuntura [87] e inyecciones epidurales [88].

Asimismo, las inyecciones de ozono han sido probadas con y sin radiofrecuencia pulsada mostrando la superioridad de combinar ambos tratamientos [89].

Trigémino neuralgia postherpética también mejoró con inyecciones locales de ozono alrededor del ganglio de Gasser [90]. En la patología bucal, el aceite ozonizado ha resultado útil para el herpes labial [91]. Se han publicado otros estudios publicado sobre el aceite y el agua ozonizados tópicos en la neuralgia herpética cutánea herpética cutánea con resultados positivos [92,93].

El ozono sistémico ha demostrado reducir significativamente la carga viral en Herpes 1, 2 y Citomegalovirus [94]. Otros ensayos controlados mostraron otros ensayos controlados mostraron una mejora no sólo de la carga viral, sino también del dolor y la calidad de vida. de vida. No se encontraron efectos secundarios [95].

VIH. Basándose en estudios preclínicos in vitro [96] algunos autores han propuesto y probado la eficacia y seguridad del ozono sistémico en el VIH. Bocci probó el enfoque endovenoso indirecto [97] en 12 pacientes; después de 7 meses con 50 aplicaciones por paciente y sin efectos secundarios, no encontró cambio en la carga viral [98]. Garber hizo 2 estudios clínicos (fase I y II) utilizando ozono endovenoso indirecto en 10 pacientes con VIH.

La terapia de ozono fue bien tolerada pero no mejoró ningún parámetro analítico aunque se encontró cierta mejoría clínica en las patologías concomitantes patologías concomitantes [99].

Queremos mencionar la publicación de Carpendale que obtuvo buenos resultados en la reducción de la diarrea de estos pacientes con insuflaciones rectales de ozono [100]. Recientemente, Céspedes y cols. han publicado buenos resultados con una disminución significativa de la carga viral y aumento de CD4 y CD8 en 32 pacientes con 15 aplicaciones de de ozono endovenoso indirecto sistémico. No se reportaron efectos secundarios y la calidad de vida mejoró [101].

Hepatitis viral. Tanto la aplicación endovenosa indirecta sistémica como la de ozono por vía sistémica indirecta o rectal han resultado eficaces.

En 2009, Neronov publicó su experiencia en la hepatitis B crónica. Él concluyó que había una mejora en los parámetros clínicos y bioquímicos bioquímicos y una disminución de la tasa de cálculos biliares [102].

Estos resultados fueron confirmados posteriormente por Chemishev [103]. Se publicó un ensayo de control aleatorio publicado en 2008 en el que se trató a 40 pacientes con hepatitis B con tratamiento tratamiento convencional y a 20 de ellos también con ozono endovenoso sistémico.

La mejora fue significativamente mayor en el grupo del ozono [104]. El último estudio de estudio sobre la hepatitis B mostró que 28 pacientes con estabilidad clínica de los tratamientos retrovirales fueron sometidos a un tratamiento sistémico tratamiento endovenoso con ozono.

Después de 15 aplicaciones, el Ag de HBs y carga viral disminuyeron [105]. Para la hepatitis C, se realizó un estudio similar encontrando una mayor disminución de ALT, AST y carga viral; la disminución fue proporcional al número de aplicaciones [106].

Gu y cols estudiaron pacientes con hepatitis C crónica grave e insuficiencia renal. El ensayo aleatorio mostró una mejora de la función hepática de la función hepática y renal, así como un aumento de la tasa de supervivencia en el grupo del ozono sistémico [107].

Seguridad de la ozonoterapia médica

La ozonoterapia médica, aplicada adecuadamente, ha sido considerada segura gracias a todas las pruebas toxicológicas preclínicas realizadas según la Food and Drug Administration (FDA), la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Reguladora de Cuba [108].

Las pruebas toxicológicas agudas y crónicas agudas y crónicas para administraciones rectales e intraperitoneales. intraperitoneal.

Ninguna reacción adversa fue relacionada con el ozono. Para la insuflación rectal rectal, también se realizó una prueba de irritación sin que se registrara ningún efecto secundario. No se registró ningún efecto secundario ni en la administración aguda ni en la crónica.

La seguridad del ozono en la sangre fue estudiada a fondo por Bocci y cols [57]. Además, no se encontró ninguna reacción adversa en cuanto a mutaciones carcinogénicos y teratogénicos, in vitro e in vivo. Sin embargo la respiración de ozono resultó ser extremadamente tóxica, debido a la mínima capacidad antioxidante del líquido alveolar [109].

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Cita:
Hidalgo Tallón FJ, Menendez-Cepero S, Baeza-Noci J, Carrasco GG (2021) Bases teóricas para un ensayo clínico en pacientes COVID-19 con ozonoterapia sistémica.
J Neurol Neurocrit Care Volumen 4(1): 1-6.

J Neurol Neurocrit Care, Volume 4(1): 6–6, 2021

Artículo versión Inglés: https://clinalgia.com/en/theoretical-basements-for-a-clinical-trial-on-covid-19-patients-with-systemic-ozone-therapy/



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