El papel de la ozonoterapia es el de complementar los tratamientos habituales de la medicina tradicional, en enfermedades, a veces dramáticas, que no tienen curación.
El objetivo de la ozonoterapia es el de ralentizar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de vida sin asumir riesgos innecesarios. Como prueba de esta integración, es que en la UE hay unos 15.000 médicos aplicando la ozonoterapia. Sólo en un país como Alemania hay más de 8.000.
Además, la ozonoterapia es un excelente tratamiento preventivo, porque acondiciona nuestros órganos haciéndolos más resistentes ante un proceso adverso, por ejemplo, ante un accidente vascular (trombosis, embolia, infarto…)