Múltiples investigaciones demuestran la eficacia de la ozonoterapia en el tratamiento de la hernia discal y que los pacientes tratados mejoraron significativamente el dolor y la limitación funcional.
El dolor discogénico es uno de los grandes retos diagnósticos y terapeúticos de especialistas en el tratamiento del dolor lumbar.
La discolisis con ozono no sólo ha demostrado su utilidad en el tratamiento del dolor discogénico puro, sino también es una alternativa terapeútica eficaz en el tratamiento del dolor por hernia discal.
La ozonoterapia es el empleo del ozono médico como tratamiento de enfermedades en las que hay hipoxia, inflamación o alteraciones relacionadas con la inmunidad o el estrés oxidativo.
Aunque hay estudios en enfermedades diversas, se emplea principalmente en el tratamiento coadyuvante del dolor crónico.
La farmacología y la bioquímica del ozono como medicamento biológico se pueden estudiar en un documento de consenso publicado por varios expertos de la Federación Mundial de Ozonoterapia.1
La ozonoterapia fue incluida por el Ministerio de Sanidad en la cartera de servicios de las Unidades de Dolor (públicas o privadas) en el 2011.
El ozono infiltrado resulta útil para tratar afecciones como artritis, tendinitis, miositis, fascitis, neuritis o dolores miofasciales,2 y su uso cada vez está más extendido.
Cesare Verga, en los años 80,3 fue el primero en describir las aplicaciones de ozono intramuscular paravertebral y en los puntos gatillo en pacientes con lumbalgia crónica.
Posteriormente, los resultados positivos, junto con la seguridad de la técnica y las probabilidades de padecer el síndrome de “cirugía fallida de espalda”, hacen que cada vez más autores consideren a la ozonoterapia médica la opción principal para tratar la lumbalgia.
Un grupo de investigadores, en 2003, añadieron ozono intradiscal y periganglionar a la infiltración habitual que realizaban aplicando anestésicos locales y corticoides.
Los resultados fueron mejores cuando se añadió el ozono médico, que nunca interfirió con los tratamientos clásicos.4
Mario Muto y su equipo realizaron con eficacia y seguridad infiltraciones intradiscales, periganglonares y periradiculares guiadas por tomografía a 2.900 pacientes con hernia discal.5
Mateo Bonetti y su equipo, en un ensayo clínico, compararon la efectividad de la infiltración intraforaminal de ozono con la infiltración periradicular de esteroides.
El ozono fue más eficaz a largo plazo, con un índice de fracaso (8,6%) menor que los tratamientos con esteroides (21,4%).6
Autores como Torres y su equipo también obtienen resultados positivos y duraderos en el tratamiento de la ciática por hernia discal.7
Otros equipos de investigación han demostrado la eficacia y seguridad de la ozonoterapia en hernia discal, tanto en el tratamiento del dolor como en la limitación funcional asociados a hernias y protrusiones discales.8-11
En el año 2006 se publicó otro ensayo clínico aleatorizado comparando la efectividad de la infiltración paravertebral muscular de O2/O3 con la de esteroides epidurales en pacientes refractarios a los tratamientos convencionales (esteroides y miorelajantes).
La mejoría fue estadísticamente significativa a favor de los pacientes tratados con ozonoterapia.12
Posteriormente, un ensayo clínico demostró la utilidad de las infiltraciones paravertebrales de ozonoterapia en hernia discal en el tratamiento del dolor lumbar agudo con hernia discal.
Los pacientes tratados mejoraron significativamente el dolor y la limitación funcional, y los resultados positivos justifican que esta técnica, mucho menos invasiva y mucho más segura, sea la más empleada en la práctica clínica.13
Con el máximo nivel de evidencia científica, dos revisiones sistemáticas posteriores han demostrado la eficacia y seguridad de la técnica.14, 15
También podría ser interesante el empleo del ozono médico infiltrado en pacientes intervenidos que no han obtenido buenos resultados tras la operación (“cirugía fallida de espalda”).16
Según lo expuesto, actualmente se considera que el ozono médico infiltrado, tanto paravertebral profundo o de los puntos gatillo de la musculatura son técnicas de primera elección en el tratamiento de la lumociatalgia, especialmente teniendo en cuenta que se evitarían los efectos adversos y complicaciones de los corticoides.17-19
También queda claro que la administración de ozono no cierra el camino a la cirugía ni empeora su pronóstico.
Por último, mencionar que queda por demostrar la efectividad de la ozonoterapia en el tratamiento del síndrome de cirugía fallida de espalda, altamente prevalente entre los pacientes operados de columna, y que suele empeorar con las reentradas quirúrgicas.20,21
Una alternativa promisoria sería la combinación de infiltraciones paravertebrales combinadas con epidurales caudales.22
Referencias: