19 Mar Ozonoterapia Hernia Discal: Tratamiento Eficaz para Aliviar el Dolor
¿Qué es la hernia discal y por qué causa dolor?
La hernia discal es una afección de la columna vertebral que puede afectar significativamente la calidad de vida.
Se produce cuando uno de los discos intervertebrales, que funcionan como amortiguadores entre las vértebras, se desplaza o sufre desgaste. Este desplazamiento puede comprimir nervios cercanos, generando dolor y otros síntomas debilitantes.
Definición y funcionamiento de los discos intervertebrales
Aunque existen diversas opciones terapéuticas para tratar la hernia discal, la ozonoterapia se ha convertido en una alternativa complementaria segura y eficaz para el alivio del dolor crónico.
En este artículo, te explicamos cómo la ozonoterapia puede ser el complemento que necesitas para el tratamiento de la hernia discal y el dolor lumbar.
Los discos intervertebrales están compuestos de un núcleo gelatinoso rodeado por un anillo fibroso.
Su función principal es absorber impactos y facilitar la movilidad de la columna.
Cuando el disco se degenera o se rompe, su contenido puede salir y presionar los nervios espinales, causando dolor y limitación en los movimientos.
Factores que causan una hernia discal
Algunas de las principales causas de la hernia discal incluyen:
- Envejecimiento: con el tiempo, los discos pierden flexibilidad y resistencia.
- Malas posturas: una mala ergonomía al sentarse o levantar peso puede acelerar su desgaste.
- Sobrecarga en la columna: levantar objetos pesados de forma incorrecta aumenta el riesgo.
- Predisposición genética: algunas personas tienen una estructura discal más propensa a sufrir hernias.
- Sobrepeso: el exceso de peso aumenta la presión sobre los discos intervertebrales.
¿A quién afecta la hernia discal?
La hernia discal puede afectar a personas de diversas edades, pero es más común en:
Adultos entre 30 y 50 años: el desgaste natural de los discos aumenta con la edad.
Personas con trabajos físicos exigentes: levantar objetos pesados o mantener posturas inadecuadas incrementa el riesgo.
Personas con sobrepeso: el exceso de peso ejerce presión adicional sobre la columna, acelerando el desgaste discal.
Individuos con predisposición genética: personas con antecedentes familiares de problemas de columna tienen mayor riesgo.
El dolor lumbar es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, y España no es la excepción.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y diversos estudios en salud pública, un gran porcentaje de la población española sufre de dolor lumbar en algún momento de su vida.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud realizada por el INE en 2020, aproximadamente un 18,6% de la población adulta en España declaró haber sufrido dolor lumbar crónico durante los últimos 12 meses.
¿Cuáles son los síntomas de la hernia discal?
Los síntomas varían según la ubicación y gravedad de la hernia, pero los más comunes incluyen:
Dolor localizado e irradiado
Dependiendo de la zona afectada, la hernia discal puede provocar:
- Dolor en la parte baja de la espalda (hernia lumbar).
- Dolor en el cuello (hernia cervical).
- Dolor irradiado hacia piernas (ciática) o brazos.
Entumecimiento y hormigueo
La compresión nerviosa puede causar sensaciones de adormecimiento o pinchazos en las extremidades.
Debilidad muscular y movilidad reducida
En casos más graves, la hernia discal puede afectar la fuerza muscular, limitando la capacidad de movimiento y reduciendo la calidad de vida.
El dolor puede ir desde una molestia leve hasta un dolor agudo, que a menudo empeora con actividades cotidianas como estar sentado mucho tiempo o realizar esfuerzos físicos.
Opciones de tratamiento para la hernia discal
Tratamientos convencionales: reposo, fisioterapia y medicación
- Reposo y modificaciones en la actividad: evitar movimientos que agraven el dolor.
- Fisioterapia: ejercicios específicos para fortalecer la musculatura de la espalda.
- Medicación: antiinflamatorios y relajantes musculares para aliviar el dolor.
Cirugía: ¿cuándo es necesaria?
Si los tratamientos convencionales no alivian los síntomas o hay afectación neurológica grave, la cirugía puede ser una opción. La más común es la discectomía, que consiste en retirar la parte del disco que presiona el nervio.
Ozonoterapia para la hernia discal: ¿Cómo funciona?
La ozonoterapia ha surgido como una alternativa efectiva y menos invasiva para tratar la hernia discal, ayudando a reducir el dolor y la inflamación sin necesidad de cirugía.
¿Qué es la ozonoterapia y cómo se aplica?
Este tratamiento consiste en la aplicación de una mezcla de oxígeno y ozono en la zona afectada, generalmente mediante inyecciones. El ozono tiene propiedades antiinflamatorias y regenerativas, que ayudan a reducir la presión sobre los nervios.
Efectos del ozono en la inflamación y el dolor
El ozono ayuda a:
- Disminuir el tamaño de la hernia discal, reduciendo la presión sobre los nervios.
- Mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada.
- Estimular los procesos de reparación natural del cuerpo.
Beneficios de la ozonoterapia frente a la cirugía
- Menos invasiva: no requiere hospitalización ni largos periodos de recuperación.
- Menos efectos secundarios: reduce el riesgo de complicaciones postoperatorias.
- Alivio rápido: muchos pacientes experimentan mejoría tras pocas sesiones.
¿Cómo afecta el clima al dolor lumbar y la hernia discal?
Muchas personas con hernia discal aseguran que los cambios climáticos pueden influir en la intensidad del dolor.
Impacto del frío y la humedad en los síntomas
Las bajas temperaturas provocan rigidez muscular, agravando el dolor.
La humedad puede aumentar la presión en las articulaciones y tejidos blandos.
Cómo la ozonoterapia ayuda en estos casos
Al mejorar la circulación y reducir la inflamación, la ozonoterapia puede mitigar el impacto negativo del clima en las personas con hernia discal.
Prevención de la hernia discal
Aunque no siempre se puede evitar, existen medidas que reducen el riesgo de desarrollar una hernia discal:
Mantener una buena postura
Adoptar una postura ergonómica al sentarse y trabajar protege la columna vertebral.
Fortalecer la musculatura con ejercicio
Ejercicios de bajo impacto como la natación o el pilates ayudan a fortalecer los músculos de la espalda y prevenir lesiones.
Control del peso corporal para reducir presión en la columna
Mantener un peso saludable disminuye la carga sobre los discos intervertebrales.
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