El lupus eritematoso es una enfermedad crónica que afecta al sistema inmunitario atacando a diferentes órganos y tejidos (articulaciones, piel, pulmones, cerebro, sistema nervioso, entre otros).
Puede provocar inflamación en las articulaciones dando lugar a limitación de la movilidad, rigidez y dolor, que se extenderá a los músculos.
Es más frecuente en las mujeres, especialmente en edad fértil.
Hay varios tipos de lupus, además del eritematoso sistémico:
- Lupus cutáneo subagudo: Provoca ampollas después de estar expuesto al sol
- Lupus discoide: Causa una erupción en la piel que no desaparece
- Lupus inducido por medicamentos: Suele desaparecer cuando se deja de tomar el medicamento
- Lupus neonatal: No es común y afecta a los recién nacidos.
Síntomas del Lupus Eritematoso
Los síntomas varían mucho de un paciente a otro. Los más conocidos y visibles afectan a la piel y lo sufren el 90% de los pacientes.
Según los órganos que se afecten puede cambiar la sintomatología.
La afectación renal causará hinchazón en las piernas e hipertensión, ya que disminuye la excreción de orina.
Si se afecta el sistema nervioso central se puede padecer psicosis o pérdida de memoria.
Si se afectan las mucosas aparecerán úlceras y erosiones en las mismas.
También es frecuente un “estado gripal”, con dolor generalizado, mucho cansancio, falta de energía y fiebre.
La enfermedad es más o menos limitante, según cada caso, y es común que curse con brotes en los que la sintomatología se exacerba.
Tratamiento
El tratamiento médico ha de ser supervisado por un reumatólogo u otro médico experto.
Es muy importante que estos pacientes conozcan muy bien su enfermedad y aprendan a detectar los brotes.
Una dieta adecuada, un plan de ejercicio a medida, protocolos de optimización deportiva, plasma rico en plaquetas u ozono médico infiltrado complementarían a la medicación prescrita.
Además, la ozonoterapia sistémica para proteger los órganos en general y mejorar la inmunidad puede ser una ayuda que limite los brotes.