- Alivio del dolor crónico (hernias, artrosis, fibromialgia, cefaleas, dolor lumbar…)
- Reducción de la inflamación
- Mejor oxigenación y energía
- Estimulación del sistema inmune
- Mejor recuperación de heridas, úlceras y lesiones
- Menos efectos secundarios de otros tratamientos, como la quimioterapia
Muchos pacientes sienten mejoría desde las primeras sesiones. En otros casos, se necesitan varias aplicaciones para lograr un efecto sostenido. Los sistemas biológicos son lentos, incluso hay quien aprecia la mejoría durante la fase de mantenimiento.
La ozonoterapia no es magia, ni es un tratamiento milagroso, pero sí es un tratamiento complementario, avalado por la ciencia, que puede marcar un antes y un después en tu calidad de vida.
Y lo mejor: es compatible con tu tratamiento médico convencional.