07 Mar Beneficios de la ozonoterapia para prevenir cánceres relacionados con el Virus del Papiloma Humano (VPH)
El virus del papiloma humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes a nivel mundial y está estrechamente relacionado con varios tipos de cáncer, especialmente en el tracto genital femenino, como el cáncer de cuello uterino, vulva o vagina.
Se estima que cada año se diagnostican alrededor de 570.000 nuevos casos de cáncer cervical en todo el mundo, causando aproximadamente 311.000 muertes anuales. Se trata de una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres (después del cáncer de mama), especialmente en países en vías de desarrollo.
Relación entre el VPH y los cánceres ginecológicos
Dado que prácticamente todos los carcinomas del tracto ginecológico inferior se deben al VPH de alto riesgo, es necesario desarrollar nuevas estrategias de prevención basadas en la detección precoz del VPH en las pacientes infectadas. En este campo surgen números estudios, como los que recoge el investigador Luca Roncati (Hospital Universitario de Módena, Italia) en varias publicaciones (añadir enalce al pdf) y donde destaca el papel de los tratamientos con ozono médico.
Gracias a sus propiedades y a los avances en su investigación, la ozonoterapia podría convertirse en una opción clave para la prevención y tratamiento del cáncer del tracto ginecológico inferior, proporcionando una alternativa innovadora y efectiva para las mujeres infectadas con el virus del papiloma humano.
Terapia con ozono médico para tratar el VPH
La terapia de ozono-oxígeno (O3-O2) es un tratamiento médico alternativo que aprovecha las propiedades antisépticas del ozono para combatir infecciones. En este caso, se utiliza la insuflación vaginal, introduciendo una mezcla controlada de ozono (O3) y oxígeno (O2) en la cavidad vaginal.
Este tratamiento aprovecha las propiedades antisépticas, antiinflamatorias y regenerativas del ozono para combatir infecciones virales, como la del virus del papiloma humano (VPH), además de ayudar en la prevención del cáncer ginecológico relacionado con este virus y otras enfermedades.
¿En qué consiste la insuflación vaginal con ozono?
Este procedimiento es sencillo y no invasivo, y se lleva a cabo de la siguiente manera:
Aplicación del ozono: Se introduce un dispositivo médico especializado que aplica una mezcla de oxígeno y ozono (O₂-O₃) en forma de gas dentro de la cavidad vaginal.
Acción del ozono: El ozono actúa en los tejidos, ayudando a eliminar patógenos, como bacterias o virus, favoreciendo la regeneración celular y promoviendo la cicatrización de posibles lesiones precancerosas o inflamatorias.
Número de sesiones: El tratamiento suele requerir varias sesiones, dependiendo del estado de la paciente y de su respuesta al tratamiento. Lo ideal es realizar una sesión diaria, con un total de hasta 20 sesiones. Si no es posible, se recomienda hacer 3 sesiones por semana.
Duración de la sesión: Cada sesión tiene una duración de 20 a 25 minutos aproximadamente.
Post-tratamiento: Después de la insuflación vaginal, se suele aplicar aceite ozonizado para potenciar los efectos regeneradores y antimicrobianos del tratamiento.
Complementos al tratamiento: Para maximizar los beneficios, se sugiere combinarlo con ozonoterapia sistémica, como autohemoterapia (aplicación de ozono en sangre) o insuflación rectal de ozono.
¿Es un procedimiento doloroso?
No, la insuflación vaginal con ozono es un procedimiento indoloro. La mayoría de las pacientes lo toleran muy bien, aunque algunas personas pueden experimentar una leve sensación de incomodidad o presión durante la aplicación del gas. Sin embargo, no hay dolor ni efectos secundarios significativos asociados con este tratamiento.
Beneficios de la ozonoterapia para la prevención y tratamiento del VPH
Ayuda a prevenir el desarrollo de cánceres del tracto ginecológico inferior (como el cáncer de cuello uterino) al eliminar las infecciones virales persistentes como las causadas por el virus del papiloma humano.
Es eficaz en el tratamiento de infecciones virales y bacterianas en el área ginecológica, promoviendo la regeneración de los tejidos y acelerando el proceso de curación.
Es un procedimiento seguro y mínimamente invasivo, recomendado como complemento a otros tratamientos para combatir infecciones persistentes y lesiones precancerosas.